A mí personalmente me gustan los
planes diferentes, los planes que no son siempre ir a un bar o ir a un
restaurante o plan tranquilear donde algún amigo. No es que no me gusten esos
planes, me encantan pero de vez en cuando es necesario cambiar un poco la rutina.
Hace como seis años decidimos unos amigos, mis hermanos (que son mis amigos también
para que cuando lean esto no se resientan jaja) y yo que queríamos ir al teatro
a ver una comedia. Un plan muy diferente a lo que estábamos acostumbrados.
Nunca habíamos ido a Chepe de noche porque como nos habían dicho toda la vida ahí
es peligroso ahí asustan. Hablamos con mi papa para que nos acompañara (en esos
entonces no conocíamos la libertad de tener licencia) y además de eso nos
recomendara una buena comedia. Nos recomendó la comedia llamada Dos arriba y una abajo. Llegamos al teatro y nos bajamos a comprar las
entradas mientras mi papa parqueaba. Tomando el liderato del grupo me acerque
al teatro y pedí de una vez las ocho entradas. Cuando me dan las
entradas leo que dice Drácula Gay y en ese momento me doy cuenta que por
despistada llegamos al teatro equivocado y compramos las entradas de la obra
equivocada.
Mi
papa se va a enojar cuando sepa que vamos a ver Dracula Gay ay que pelada eso
me pasa por despistada.
Después de hablar con el señor de las entradas y de
rogarle (sin éxito) que nos devolviera la plata entramos a ver Dracula Gay.
Uuuy que vamos a ver, como ira a ser jaja bueno diay no nos queda de otra.
Empieza la función y desde el momento que empezó hasta el momento que termino
nos reímos como locos tanto les digo que he visto a mi papa reírse así solo en
como otras dos ocasiones. Dracula Gay ya salió de la cartelera lastimosamente así
que no se las puedo recomendar pero si alguna vez la ven en la cartelera de
teatro de la nación (que por cierto si existe si la buscan) vayan a verla.
Años después de
esa increíble aventura en San José fui con unos amigos a ver una obra que habíamos
oído que era muy vacilona, se llamaba Taxiando por un sueno. Sin saber que
esperar llegamos a un teatro pequeño en donde nos reímos demasiado de nuevo de
principio a fin. Lo cual me lleva a este sábado en donde por fin habíamos
decidido ir a ver Dos arriba y una abajo. Lastimosamente cuando llegamos ya a
San José había una fila masiva de carros y los parqueos cerca del teatro
estaban llenísimos. Después de dar varias vueltas tuvimos la suerte de
encontrar un "campo" en un parqueo cercano. Nos bajamos rápidamente y
encontramos que no había campo para ver esa obra. Dimos varias vueltas por los
teatros cercanos que por dicha hay varios y finalmente encontramos uno que todavía
tenía campo. Le preguntamos al hombre de la boletería que íbamos a ver si comprábamos
las entradas y nos dice "Papichulo". Uy si quien sabe como será esta
vara pensé yo pero bueno si es mitad de lo buena que fue Dracula Gay va a estar
bien. La obra fue larga y vacilona en donde se paso bien el tiempo. Los actores
no eran muy buenos salvo el personaje principal Garrapata. Los chistes eran
malos pero vacilones y el humor era barato en donde por ninguna razón se ponían
a bailar en diferentes escenas cosa que ninguno entendió. Les recomiendo
Papichulo si son personas que disfrutan las pachucadas ticas y que quieren reírse
un rato. Fue como ir a ver una película divertida pero nada fuera de este mundo
que no volvería a ver pero que no me arrepiento de haber visto. Por más que la obra no haya estado espectacularmente
buena nos salimos de la rutina y apoyamos a personas que tienen todo mi respeto
pues dedican su tiempo y esfuerzo a un arte que tiene mucho que ofrecer y que
lastimosamente no tiene mucho reconocimiento.
El teatro (que por cierto estaba llenísimo)
El escenario
El teatro
El elenco
Mis increibles amigos apuntados
De todas las veces
que he tenido la dicha de ir al teatro ya sea a ver una comedia o a ver una
obra seria (que si existen en Costa Rica por cierto) nunca he sentido que he
gastado ni mi tiempo ni mi plata. Les recomiendo que vayan al teatro a
cualquier obra que les suene chiva por más que no sea la mejor no creo que se
vayan a arrepentir. Después pueden darse un vueltin por chepe centro a comerse
un arreglado de Cheyes o tomarse alguito en un lugar nuevo, quien sabe tal vez ahí
encuentren algo delicioso que nunca supieron que existía hasta aquel día que
fueron al teatro.
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