domingo, 5 de mayo de 2013

Papichulo


A mí personalmente me gustan los planes diferentes, los planes que no son siempre ir a un bar o ir a un restaurante o plan tranquilear donde algún amigo. No es que no me gusten esos planes, me encantan pero de vez en cuando es necesario cambiar un poco la rutina. Hace como seis años decidimos unos amigos, mis hermanos (que son mis amigos también para que cuando lean esto no se resientan jaja) y yo que queríamos ir al teatro a ver una comedia. Un plan muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. Nunca habíamos ido a Chepe de noche porque como nos habían dicho toda la vida ahí es peligroso ahí asustan. Hablamos con mi papa para que nos acompañara (en esos entonces no conocíamos la libertad de tener licencia) y además de eso nos recomendara una buena comedia. Nos recomendó la comedia llamada Dos arriba y una abajo. Llegamos al teatro y nos bajamos a comprar las entradas mientras mi papa parqueaba. Tomando el liderato del grupo me acerque al teatro y pedí de una vez las ocho entradas. Cuando me dan las entradas leo que dice Drácula Gay y en ese momento me doy cuenta que por despistada llegamos al teatro equivocado y compramos las entradas de la obra equivocada. 


Mi papa se va a enojar cuando sepa que vamos a ver Dracula Gay ay que pelada eso me pasa por despistada.

Después de hablar con el señor de las entradas y de rogarle (sin éxito) que nos devolviera la plata entramos a ver Dracula Gay. Uuuy que vamos a ver, como ira a ser jaja bueno diay no nos queda de otra. Empieza la función y desde el momento que empezó hasta el momento que termino nos reímos como locos tanto les digo que he visto a mi papa reírse así solo en como otras dos ocasiones. Dracula Gay ya salió de la cartelera lastimosamente así que no se las puedo recomendar pero si alguna vez la ven en la cartelera de teatro de la nación (que por cierto si existe si la buscan) vayan a verla.


Años después de esa increíble aventura en San José fui con unos amigos a ver una obra que habíamos oído que era muy vacilona, se llamaba Taxiando por un sueno. Sin saber que esperar llegamos a un teatro pequeño en donde nos reímos demasiado de nuevo de principio a fin. Lo cual me lleva a este sábado en donde por fin habíamos decidido ir a ver Dos arriba y una abajo. Lastimosamente cuando llegamos ya a San José había una fila masiva de carros y los parqueos cerca del teatro estaban llenísimos. Después de dar varias vueltas tuvimos la suerte de encontrar un "campo" en un parqueo cercano. Nos bajamos rápidamente y encontramos que no había campo para ver esa obra. Dimos varias vueltas por los teatros cercanos que por dicha hay varios y finalmente encontramos uno que todavía tenía campo. Le preguntamos al hombre de la boletería que íbamos a ver si comprábamos las entradas y nos dice "Papichulo". Uy si quien sabe como será esta vara pensé yo pero bueno si es mitad de lo buena que fue Dracula Gay va a estar bien. La obra fue larga y vacilona en donde se paso bien el tiempo. Los actores no eran muy buenos salvo el personaje principal Garrapata. Los chistes eran malos pero vacilones y el humor era barato en donde por ninguna razón se ponían a bailar en diferentes escenas cosa que ninguno entendió. Les recomiendo Papichulo si son personas que disfrutan las pachucadas ticas y que quieren reírse un rato. Fue como ir a ver una película divertida pero nada fuera de este mundo que no volvería a ver pero que no me arrepiento de haber visto. Por más que la obra no haya estado espectacularmente buena nos salimos de la rutina y apoyamos a personas que tienen todo mi respeto pues dedican su tiempo y esfuerzo a un arte que tiene mucho que ofrecer y que lastimosamente no tiene mucho reconocimiento. 



El teatro (que por cierto estaba llenísimo)

El escenario

El teatro

El elenco

Mis increibles amigos apuntados 

 De todas las veces que he tenido la dicha de ir al teatro ya sea a ver una comedia o a ver una obra seria (que si existen en Costa Rica por cierto) nunca he sentido que he gastado ni mi tiempo ni mi plata. Les recomiendo que vayan al teatro a cualquier obra que les suene chiva por más que no sea la mejor no creo que se vayan a arrepentir. Después pueden darse un vueltin por chepe centro a comerse un arreglado de Cheyes o tomarse alguito en un lugar nuevo, quien sabe tal vez ahí encuentren algo delicioso que nunca supieron que existía hasta aquel día que fueron al teatro.

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